ESLOVAQUIA | Preocupación por posibles injerencias políticas en la investigación del asesinato de Ján Kuciak

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Pese a los innegables avances en la investigación del asesinato, hace un año, del periodista Ján Kuciak y su pareja Martina Kušnírová, RSF manifiesta su preocupación por las posibles injerencias políticas en la investigación y urge a las autoridades a garantizar que continúa de manera totalmente independiente.

Ján Kuciak investigaba temas de corrupción y fraude fiscal vinculados a políticos eslovacos y a la mafia italiana cuando fue asesinado, junto a su novia, cerca de Bratislava, el 21 de febrero de 2018.

En septiembre de 2018, la policía acusó a cuatro sospechosos, una de ellos identificada como Alena Zs, también sospechosa de ayudar a preparar otros asesinatos. Había trabajado para Marian Kočner, empresario eslovaco que había puesto a Kuciak bajo vigilancia porque pensaba que el periodista tenía demasiado interés en sus asuntos. Blanco de varios procesos judiciales, Kočner está actualmente detenido.

Pese a los visibles signos de progreso en la investigación, los abogados de las familias de las víctimas están preocupados porque la independencia de la investigación pueda verse afectada por recientes intervenciones políticas.

El ministro del Interior, el fiscal general y el responsable de la policía, decidieron el 5 de febrero que transferían parte de la investigación a la policía de inspección, que normalmente lleva investigaciones en curso y que está bajo control directo del ministerio del Interior.

Esta parte de la investigación preocupa al abogado de la familia Kuciak, Daniel Lipšic, exministro de Justicia por el partido actualmente en la oposición, y blanco también de un intento de asesinato.

Kočner es sospechoso de ser el artífice del asesinato de Kuciak, o uno de ellos, y, pese a estar detenido, sigue teniendo una amplia red de contactos en el país.

Alena Zs, además de ser cercana a Marian Kočner, también había tenido contactos con oficiales y políticos eslovacos de alto nivel. El periódico Denník N informó el pasado mes que había tenido contactos con el vicefiscal general, René Vanek, y el viceportavoz parlamentario, Martin Glváč, antes de que Kuciak fuera asesinado. Además estuvo en contacto con Vanek hasta días antes de su detención.

Vanek dimitió tras estas revelaciones pero Glváč, miembro del partido en el poder, no lo ha hecho. Pese a reconocer que había intercambiado mensajes y fotos con ella, ha negado haber estado sometido a ninguna presión.

El abogado de la familia de Kušnírová, Roman Kvasnica, ha contado a RSF que teme que los vínculos de estas personas cercanas al caso puedan ser usados para obstruir la investigación.

Kvasnica también ha manifestado su preocupación por las informaciones que apuntan a que Kuciak fue disparado por un policía retirado después de haber sido espiado por oficiales de Inteligencia.

Asegura que teme que “actuaran para la república eslovaca y que muchos ayudaran a crear un ambiente que llevó a la muerte de estas dos personas inocentes”. Pese a ello ha manifestado su confianza en que la investigación pueda terminar con éxito gracias a la integridad del investigador jefe que la dirige.

“Un año después de ese asesinato, los políticos deberían trabajar para dar mejor protección a los periodistas y garantizar que la policía y las autoridades policiales puedan trabajar en total independencia”, afirma Pauline Adès-Mével, responsable de la oficina de Unión Europea y Balcanes de Reporteros Sin Fronteras. “Pero está ocurriendo lo contrario. Algunos políticos parecen estar preocupados en defender sus intereses por encima de todo”.

El partido en el poder acaba de proponer una ley muy controvertida cuyas medidas contemplan la posibilidad de aplicar elevadas multas a los medios de comunicación si no dan oportunidad de réplica a los políticos cuando interpreten que se ha “dañado su reputación” o se han “violado sus derechos a la privacidad”. La medida preocupa sobremanera porque estas revelaciones sobre políticos han ayudado al progreso de la investigación.

Si es aprobada “habrá más represión”, alerta Beata Balogová del periódico SME, mientras que Peter Bárdy, de Aktuality.sk (la web de Kuciak) la califica de “intento de amordazar a los medios independientes”.  “Los políticos están atacando a los periodistas y huyendo de las respuestas”, advierte Matúš Kostolný, de Denník N.

Eslovaquia ocupa el puesto 27 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.

Consulta más información sobre Eslovaquia en el Informe Anual elaborado por RSF-España.

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